domingo, 11 de junio de 2017

VIII.- DESARROLLO DE LUCHA DE CLANES Y #JIPATQ17: LA ODISEA


“... Ahora el héroe se encuentra en la cámara más oscura de la caverna más profunda, enfrentándose al reto más trascendental y al adversario más temido… Constituye la causa principal de la forma heroica y la llave de su poder mágico”

Algo que aunque sea evidente no hemos comentado hasta el momento, es que a la vez que íbamos desarrollando la Lucha de Clanes, en los “ratos libres” que nos dejaba nuestra labor de asesores de formación, seguíamos diseñando las propias Jornadas de Innovación Pedagógica de Antequera #JIPAtq17. Así, había que buscar ponentes, cerrar los espacios, el programa, su conexión con Lucha de Clanes y todas las cuestiones vinculadas al diseño de un gran evento educativo. Por tanto, era difícil estar centrados en una actividad gamificada tan viva y exigente, a lo que además, había que sumar el cansancio de tantas tareas, supervisiones, recuentos creaciones de normas y demás. No obstante, y como era de esperar si se ha estudiado con detenimiento “El viaje del héroe”, todavía quedaban sorpresas por llegar:

Dentro de un grupo telemático conformado por docentes referentes y con un perfil muy innovador, un compañero comenzó a manifestar críticas muy concretas hacia el diseño de Lucha de Clanes y sobre todo, a la forma de elaboración de las normas que la regían. A día de hoy, reconozco que esta situación me provocó mucho “movimiento interno” y una importante sensación de cansancio respecto “al tener que luchar contra viento y marea” cuando se intentan “cambiar las cosas”. En resumen, podría decir que llegado un momento determinado volví a pensar: “por cosas como estas, es preferible seguir haciendo lo mismo y no meterse en camisa de once varas”.

Como suele aconsejar mi compañera Carmen Rosa, respiré hondo, comencé a relativizar (considerando la gran cantidad de felicitaciones que íbamos recibiendo) y la situación se reguló por sí misma:

el compañero en cuestión no contaba con toda la información respecto al montaje de la lucha de clanes, y quizá por ello se hizo una idea equivocada del mismo. Además, como compañero que es, tuvo la deferencia de hablar personalmente con nosotros, y al intercambiar opiniones aportó dosis de paciencia quedando a la expectativa de ver cómo se desarrollaría el resto de la historia (que sin “hacer demasiados `spoilers`" comentamos que era importante conocerla al completo, ya que cambiaría significativamente de la competición a la colaboración a partir de un punto concreto, y todas sus partes eran importantes para el mensaje que queríamos transmitir). Desde aquí, quisiera agradecer la confianza depositada tras un diálogo más ameno, distendido y fluido de lo que me podía haber imaginado.

Fuera como fuera, estaba claro que uno de los principales aprendizajes de esta aventura era comprender que ante actuaciones innovadoras con cierta repercusión siempre y de forma comprensible aparecen críticas y movimientos contrarios. Además y de forma particular en Lucha de clanes, contábamos con la confianza absoluta y el apoyo de parte de grandes personas y docentes referentes como Carmen Caparrós, David Pineda, Gustavo o Carmen López.

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