domingo, 1 de septiembre de 2013

Diez años




Hoy, día en que se acercan los 10 años desde que comencé mi andadura en el cuerpo docente he tenido un sueño precioso, ya que he recordado a mis alumnos:

De forma resumida, esta noche he vivido una vez más cómo me miraban, cómo me preocupaba por ellos, cómo procuraba guiarles lo mejor posible en su camino en la escuela y en la vida, cómo les protegía de los demás y a su vez intentaba que aprendieran a desenvolverse solos, o cómo les hacía parte de mí, pero sobre todo, he recordado cómo me querían y he vuelto a vivir cómo lo hacía yo. 

En este momento (y como ya sabréis) todavía no soy padre, pero puedo imaginar cuan hermoso debe ser puesto que si un simple sueño que me recuerda a mis años como Maestro hacen que el calor de un abrazo brinde sentido a mi vida, me ilumina pensar que llegada la ocasión podré tener esa oportunidad de vivirlo con la sangre de mi sangre.

Ahora, como asesor de formación tengo unos compañeros impresionantes de quienes aprendo a diario, y cuya amistad y fraternidad han alcanzado niveles más que inesperados. Además, tengo la oportunidad de conocer a otros maestros y maestras especialmente profesionales que aportan lo mejor de esta gran oportunidad que es colaborar con la formación del profesorado. 

Así, este lunes volveré a mi trabajo a Antequera dando gracias por el privilegio de hacerlo en el lugar que lo hago recordando los mejores momentos, pero sobre todo el calor y los abrazos de mis niños y niñas del Vicente Aleixandre y Prácticas Número 1 de Málaga, y del Santa Rosa de Lima de Igualeja.

PD: Muchas gracias a aquellos/as que en lugar de hacerlo por mi nombre me llamáis... "Maestro".