martes, 1 de septiembre de 2015

¿Educación y emoción?



Hace unos días, un grupo de la Alianza Rebelde del mundo de la Educación me incluyó en una conversación en la que se hablaba de la importancia de trabajar las emociones en el aula (o al menos eso fue lo que entendí). Personalmente llevo ya la friolera de 5 años sin dar clase, pero considero que si los adultos en general no sabemos gestionar nuestras emociones para "ser felices" (para mí, el principal objetivo en la vida) o afrontar la adversidad, es probable que sea porque no nos han enseñado antes. Y no me refiero a nuestros docentes, que en mi caso, bastante hicieron con sacar algo productivo con lo que en muchas ocasiones era un comportamiento disruptivo, sino a nuestras familias, amigos, vecinos y en resumen... a toda nuestra comunidad en general; una comunidad (valga la redundancia) que sigue mirando con cierto prejuicio a aquellas personas que buscan ayuda psicológica, cuando en muchas ocasiones, esas personas están "menos locas" o son más conscientes  de la realidad que aquellas que las juzgan.